El fin de la Segunda Guerra
Mundial abre un nuevo periodo para Merton en el estudio de la comunicación. En sus
estudios sobre propaganda y persuasión, la presencia de un enemigo tan característico
como Hitler y el nazismo confirmaba el sentido ético del empeño. Esta coyuntura
llevó a Merton a escribir un artículo en colaboración con Lazarsfeld en el que realizaba
una crítica de la acción social organizada de los gustos populares a través de
mensajes comerciales.
Dicho ensayo realizado en 1948
titulado “Los medios de comunicación de
masas, el gusto popular y la acción social organizada”, constituye uno de
los trabajos de referencia obligada dentro de la tradición sociológica
empirista – funcionalista.
Las ideas centrales del escrito albergaban
el tema de los efectos incluyendo
términos que posteriormente permanecerían como clásicos en la sociología de la comunicación.
Mediante el concepto de Lazarsfeld “líder de opinión”, se reconsidera el poder
de los sistemas comunicativos para establecer un status jerárquico a personas e
instituciones. En una sociedad masificada, el líder de opinión se presenta como
la apariencia de individualización. El conglomerado de gustos, actitudes y
valores colectivos destaca mediante una identificación con el personaje exultante
en la sociedad de la moral del éxito. Tanto el conformismo masivo como el
monopolio de la difusión de mensajes serán denunciados de un modo sistemático
por Merton:
“Al mismo tiempo, y en virtud de la actual organización
de la propiedad comercial y el control de los mass media, éstos han servido
para cimentar la estructura de nuestra sociedad. El sistema de mercado se
aproxima a un virtual “monopolio psicológico de los mass media. Los anuncios
comerciales en la radio y los periódicos funcionan, desde luego, en un contexto
que ha recibido la denominación de sistema libre de empresa. Además, el mundo
del comercio se ocupa primordialmente de canalizar más bien que de cambiar
radicalmente actitudes básicas: sólo trata de crear preferencias por una marca
de producto en vez de otra. Los contactos cara a cara con aquellos que han sido
socializados en nuestra cultura sirven, principalmente, para reforzar las
pautas culturales prevalecientes.
Por consiguiente, las mismas condiciones que
procuran la máxima efectividad a los medios de comunicación de masas funcionan
en pos del mantenimiento de las estructuras sociales y culturales existentes, y
no en busca de cambios en las mismas”.
(Merton y Lazarsfeld. Comunicación de masas, gustos populares y acción
social organizada, en M. de Moragas. Sociología
de la comunicación de masas 1982; 191).
Los medios de comunicación de
masas procuran conservar el statu quo,
es decir, que dirigen al conformismo y limitan la visión crítica. Por consiguiente,
Merton y Lazarsfeld admiten que los medios de comunicación difícilmente van a posibilitar
cambios sociales, ya que los propósitos sociales son desatendidos por los
medios comerciales cuando compiten con los intereses económicos. La presión económica
incita el conformismo.
Merton y Lazarsfeld se plantean
cuáles son las condiciones para el uso efectivo de los mass media en la
propaganda para objetivos sociales, y establecen tres condiciones que deben ser
satisfechas para que esta propaganda sea efectiva: monopolización, canalización
y complementación. Sin embargo, ambos reconocen que estas condiciones raramente
se dan en la propaganda con objetivos sociales. “Por consiguiente, las mismas condiciones que procuran la máxima
efectividad a los medios de comunicación de masas funcionan en pos del
mantenimiento de las estructuras sociales y culturales existentes, y no en
busca de cambios en las mismas” (Merton y Lazarsfeld, 1985; 49).
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